Nueva Constitución: Las preguntas del debate constitucional

Nueva Constitución: Las preguntas del debate constitucional

29 Septiembre 2020

Según la encuesta de Pulso Ciudadano informada el 14 de septiembre el 75,1 % votará por el Apruebo, es decir, si todo sigue tal cual, esa opción debiera salir victoriosa. En las próximas semanas veremos hasta qué punto, la decisión apuntada, se sigue manteniendo o sigue aumentando.

Diego Montoya >
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Estamos ad portas de conocer el resultado de un proceso político-social iniciado el 18 de octubre del año pasado, sabemos que no es lo que todos quisiéramos, pero es la salida institucional que nos permitió nuestra clase política. Según la encuesta de Pulso Ciudadano informada el 14 de septiembre el 75,1 % votará por el apruebo, es decir, si todo sigue tal cual, el apruebo debería salir victorioso.

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No obstante, comienza a jugar un papel relevante nuestra querida y limitada televisión en la franja electoral, frente a ambas preguntas: ¿Quiere usted una nueva constitución? y ¿Qué órgano debiera redactar una nueva constitución? tanto apruebo como rechazo tienen 7 minutos y 30 segundos. En las próximas semanas veremos hasta qué punto, la decisión apuntada, se sigue manteniendo o sigue aumentando, lo claro y lo que es motivo de esta columna, es poner a disposición de los lectores una línea de argumentación, teniendo como objetivo central poner en duda algunos pseudo argumentos, que no han permitido tener una discusión constitucional en serio.

Recientemente, el columnista Carlos Peña sostuvo en un medio radial que frente al plebiscito del 25 de octubre, existía una sola pregunta válida desde la perspectiva política, si y solo si queríamos llevar a cabo un debate constitucional: ¿Cree usted que la sociedad chilena necesita una pausa para deliberar acerca del tipo de instituciones básicas que guiarán nuestra vida colectiva? O ¿Usted piensa que el tipo de instituciones que tenemos hoy en día son suficientes?, si responde afirmativamente a la primera pregunta, debería votar apruebo, si responde afirmativamente a la segunda pregunta, debería votar rechazo. En complemento a lo anterior el columnista, Daniel Matamala, no sé si con intención de responder al cuestionamiento realizado por Peña, escribió una columna llamada “Las instituciones funcionan”, en la que realiza un diagnóstico, que pone en tela juicio las fuerzas armadas y carabineros, entre otras instituciones.

Puntualmente, nuestras prestigiosas fuerzas de orden y seguridad, tienen a su haber: pacogate, operación huracán, el ocultamiento de evidencia en la muerte de Catrillanca, además del obsceno papel que jugaron en año pasado en el estallido social, violando sistemáticamente derechos humanos. Entonces, la conclusión irónica del conductor de tv, es que así da gusto que las instituciones funcionen, es decir, las instituciones no funcionan correctamente porque están amparadas por el poder. Si nos adentramos, en esta ironía y verdad evidente, nos podríamos hacer algunas preguntas, para responder a la solicitud realizada por Peña.

En este sentido, la intención es dejar expuestas cuáles podrían ser algunas de las principales dudas y preguntas, para dirigir una discusión constitucional, a saber: ¿Cuál podría ser la nueva cara de nuestra institucionalidad?, ¿En qué ejemplo mundial nos apoyaremos?, ¿La nueva cara de nuestra institucionalidad, podrá lograr cuestionar en serio el modelo económico?, ¿Por qué los que apoyan el rechazo, le tienen tanto miedo, al cambio institucional?, ¿Seremos capaces de manera civilizada, llevar a cabo una discusión, en la cual, todos perderán algo de lo que tienen y todos eventualmente ganaran algo, de lo que aún no saben que pueden tener?

Finalmente, lo que Peña llama en el mismo medio radial, el “fetichismo constitucional” es decir, que la nueva constitución no permitirá solucionar los problemas reales de nuestra sociedad, ¿Creeremos realmente que siempre debe mirarse de forma negativa? O ¿Debemos a ese tipo de referencias, darle una segunda vuelta?, en definitiva, son preguntas que quedarán ahí, para orquestar las discusiones de las próximas semanas.

Para finalizar, solo haré mención algunas medias verdades, que la opción del rechazo ha llevado adelante: En primer lugar, recordar que hasta hace muy poco nosotros éramos un ejemplo de progreso y bienestar a nivel latinoamericano y el argumento recurrente de los conformistas era, nuestro progreso y estabilidad económica, se lo debemos a nuestras instituciones, que independiente el gobernante de turno, existe una estabilidad institucional que nos diferencia y nos distingue en la región. En segundo lugar, se ha dicho que la actual constitución es como una casa, que nos costó construir a todos, y que no es necesario construir una nueva, solo basta con realizar algunas remodelaciones.

Creo que esto no ayuda en nada a comenzar una discusión en perspectiva, por dos razones: 1. La casa fue realizada ideológica y fácticamente por la comisión Ortúzar, con un dudoso plebiscito de salida, y 2. La casa, ya ha sido remodelada (desde 1989 hasta 2020), y si estamos gastando todos los años en remodelaciones creo que lo más lógico es construir otra casa. Sin embargo, aunque sé que ganara el apruebo y es esencial para nuestro futuro que aquello pase, dudo que nos permita cambiar nuestra clase política, mejorar el modelo económico vigente y tener instituciones públicas que funcionen.