Opinión: Educación, la caja no cuadra

09 Abril 2015

La reforma educacional del gobierno acumula problemas: A su falta de adecuado diseño, orientación equivocada, prioridades incorrectas e itinerario en permanente cambio, ahora se agrega un problema insalvable: No tiene financiamiento.

Andrés Allamand >
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El senador Rossi ( PS), quien presidió la Comisión de Educación del Senado hasta hace poco, lo reconoce con todas sus letras: “Hay que ser honestos con el país, porque con los dineros de la reforma tributaria no alcanza”. El senador Montes ( PS) agrega:” En el largo plazo estamos con problemas”.

Las cifras son claras y elocuentes y nadie las ha rebatido.
La reforma tributaría debía arrojar US$8.500 millones de los cuales es posible destinar un máximo de US$5.000 millones a educación. Entre otros, los cambios en educación parvularia, el proyecto de fin al lucro, los aportes a la educación general - todo ello de conformidad con los respectivos informes financieros-  más la gratuidad universitaria universal prometida, implican un déficit permanente de US$ 2.600 millones. ¡Una gran suma!

Pero eso no es todo. ¿Cuánto vale financiar la nueva carrera docente? Las estimaciones del propio gobierno fluctúan entre US$ 2000 y US$ 2500 millones adicionales. Y esa cifra puede quedarse corta. ¿Y la llamada desmunicipalización? Las estimaciones hablan de un gasto adicional de otros $ US 1.000. Está más que claro: No hay por dónde cuadrar la caja fiscal.

Pero hay más: La educación técnica profesional a la que asiste el 40% de los estudiantes más vulnerables necesita una urgente inyección de recursos para sacarla de la verdadera postración en que se encuentra.

¿Qué hacer? Transparentar la situación, reformular las prioridades y plantear una nueva agenda realista apartada de la demagogia y las promesas que ya se saben no se podrán cumplir.

Seguir como si nada pasara, sería una grave irresponsabilidad. Ya no resulta posible.