Cambio Climático: El poder invasivo de las aguas oceánica

Cambio Climático: El poder invasivo de las aguas oceánica

10 Julio 2011

El cambio climático es una realidad que está golpeando la conciencia  de muchos ciudadanos y comunidades del mundo.

Hugo Pérez White >
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El planeta  Tierra está constituido por tres cuartas partes de agua y el resto por   tierra propiamente tal y eso parece ser relativamente efectivo  con la única diferencia que en este lapso  se han construido  ciudades con fastuosos edificios,  enormes carreteras que han arrasado con grandes extensiones de selvas vírgenes y a la vez se han levantado fronteras artificiales que hoy son motivos de disputas y discordias internacionales cuyos límites son el resultado de guerras fratricidas que han significado la muerte de millones de personas,  situación extrema que hasta nuestros días siguen agitándose como banderas de luchas ideológicas  que tienen en zozobra a los ciudadanos del mundo con la amenaza de guerras constantemente y vemos con perplejidad cómo  se fabrican armas cada vez más sofisticadas.

La inmensidad del espacio que ocupa el agua en el universo  impone respeto y se le observa con ojos inquisidores pensando que  esa tranquilidad aparente esconde la furia salvaje de la destrucción.

El cambio climático es una realidad que está golpeando la conciencia  de muchos ciudadanos y comunidades del mundo, porque uno de estos cambios lo está provocando el desborde tumultuoso y agresivo de las aguas que ingresa a las ciudades y corre por sus calles, arrasando con cuanto encuentra a su paso dejando desolación, destrucción y muerte.

Se calcula que en los próximos cincuenta años la temperatura ambiente del planeta va a subir 5 grados Celsius calentando la tierra en forma alarmante y los glaciares se irán derritiendo paulatinamente haciendo subir el nivel de las aguas hasta unos sesenta metros de altura elevación suficiente para hacer desaparecer varias ciudades del mundo con todo lo que ello implica y ello no es una fantasía porque las nefastas consecuencias ya lo hemos experimentado y periódicamente lo estamos sintiendo en nuestro territorio nacional.

Cada ciudadano debe aprender a comportarse  mejor en su comunidad cambiando algunos hábitos de vida y ser más amigables con el medio ambiente y así colaboraremos a preservar el mundo en el cual habitamos actualmente cerca de siete mil millones de personas y que en los próximos cincuenta años  superaremos los once mil millones de habitantes.

Este aumento extraordinario de la población mundial demandará la producción de más alimentos, situación que se vislumbra como improbable dada la expansión habitacional que requieren los países para satisfacer el aumento vegetativo de la población y habrá menos disponibilidad de tierras para ser cultivadas.

Los países más pobres del planeta aumentarán considerablemente su población por lo tanto habrán más bocas que alimentar lo cual indica que existirán más pobres en el mundo y en los países desarrollados la población vivirá más años lo cual implicará mayor envejeciendo de su población.

Todo este cambio generacional va a obligar a los gobernantes a tener otra visión de la vida y tomar decisiones más acordes con estas realidades sociológicas que ya se están manifestando en las calle reclamando más justicia social y mayor equidad en la distribución de la riqueza y no esperemos que el agua que nos rodea ahogue  nuestras esperanzas de vida.