Discapacidad en Chile: Huelga de hambre y toma de SENADIS

20 Agosto 2013

Hace más de dos décadas que expongo la tesis de que Chile requiere un punto de inflexión que produzca cambios concretos y significativos. Un cambio de timón y de gestión en beneficio de más de 3 millones de personas con discapacidad que vive en el país.

Fundación Nacio... >
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*Alejandro Hernández es Presidente y Director Ejecutivo - Fundación Nacional de Discapacitados. Consultor en Discapacidad www.fnd.cl

Hoy en Chile el abordaje político-social de la discapacidad presenta síntomas de gravedad severa. Es un paciente en estado crítico, debido a la complicidad de gobiernos impávidos y un Estado que firma tratados, envía especialistas a la ONU, pero que en la práctica, evade continuamente su responsabilidad para con los niños, jóvenes y adultos con discapacidad más sus familiares.

Con un Servicio Nacional de la Discapacidad –Senadis- debilitado, sin recursos siquiera para llevar a cabo su gestión y por primera vez en toma por las propias personas con discapacidad. Con directores poco empáticos, con escasa habilidad para motivar, intermediar, gestar y comunicar, no solo con quienes debieran ser sus asistidos según la Ley 20.422, sino también con los trabajadores que laboran en este servicio. Estos últimos han apoyado esta semana la toma del organismo que les da empleo, pero que evidentemente no actúa con la eficacia esperada.

“Alguien no está haciendo bien su trabajo”, le señalaba esta semana a una periodista. Siempre he dicho que la dirección del organismo estatal que vela por la discapacidad, debe estar conducido por personas de reconocida trayectoria en la sociedad civil. No en el área política, sino que específicamente en el área de la discapacidad. Se requieren dirigentes carismáticos, con capacidad de gestión, capaces de articular acciones, aportes sociales concretos. En la práctica la elección de los cargos tiene solo ribetes políticos y económicos. Pareciera ser que la letra chica del contrato para estos cargos dijera: “te pagamos para que te calles y no hagas nada”.

Desde que en nuestro país se promulgó la Ley 19.284 que dio origen al primer Fondo Nacional de la Discapacidad –Fonadis- el año 1994 (actual Senadis) nunca había observado tan evidente falta de capacidad de gestión. Esto, ha llevado a levantar movimientos ciudadanos en Valparaíso, Concepción y Santiago, pidiendo la renuncia de la actual directora del organismo y mejoras sustanciales en materia de inclusión. Medidas efectivas en áreas como la Salud y Rehabilitación, Transporte, Educación y Trabajo.

Mi respaldo absoluto a las personas con discapacidad que se mantuvieron en huelga de hambre por más de ocho días en la Catedral de Concepción. Sus demandas son las mismas que hemos visibilizado y puesto sobre la mesa como Fundación Nacional de Discapacitados, desde la sociedad civil organizada. Con escasa respuesta del Estado, pero con reacciones que denotan hoy mayor conciencia a nivel de la ciudadanía, estudiantes, periodistas, familiares y personas con discapacidad. Seremos una vez más quienes forjemos los cambios necesarios, porque Chile en materia de discapacidad vive hoy una huelga de hambre permanente.

Creo oportuno que el Estado de Chile garantice hoy y no el 2015 la cobertura de Salud y Rehabilitación de niños, jóvenes y adultos. Resulta del todo medieval que en pleno 2013 se asocie el acceso a la salud, a la caridad y mendicidad pública. Un derecho humano que resulta fundamental para habilitar a las personas que ponen lo mejor de sí, en la tarea de integrarse a la sociedad en una contienda que les es absolutamente desigual. 

A quien le conviene que la integración efectiva de las personas con discapacidad no avance en Chile.?

Los derechos no se negocian, está claro. Somos muchos los que esperamos no ver más en televisión la penosa escena de los derechos de los niños con discapacidad, llorados y subastados al mejor postor. Estas campañas que atropellan los derechos esenciales tienen ya fecha de vencimiento, la sociedad chilena ya no las quiere, ni las necesita. Hoy Chile reclama por más coberturas y menos limosnas.Para eso estamos pagando nuestros impuestos. En esto hay que ser firmes y tajantes, no titubear. Los derechos de las personas con discapacidad, más aun los de los niños –insisto- no están a la venta.

Algunos personajes mediáticos insisten en que el Estado “no puede hacerse cargo de la salud ni de la rehabilitación”. Son los mismos que además una vez al año, utilizan a los niños con discapacidad y sacan provecho del vacío legal y de la inoperancia estatal al respecto. Ya los conocemos, Chile ya los tiene plenamente identificados. Señores, no más..!

Y aunque el Ministro del Interior haya por un momento amagado el fuego de la conciencia ciudadana con su corbata, al dignarse a recibir a los “conflictivos”, prometiéndoles efímeras “mesas de diálogo” y la visita de livianitos subsecretarios, que aparecen como cantos de sirenas o un oasis en medio del desierto y a dos meses de las elecciones presidenciales, algo queda sumamente claro.

A raíz de la modorra estatal, seguirán las manifestaciones, las tomas y huelgas se levantarán movimientos de Arica a Punta Arenas, Concepción, en Tocopilla, Coyhaique, Valparaíso, en Santiago, muchísimas más acciones que obligarán al gobierno que viene y al Estado de Chile de una vez por todas, a hacer vida la ley de la discapacidad.

Más Derechos y Oportunidades - Menos Caridad.

Por los huelguistas de Concepción y los de la toma en Santiago, por los familiares y los activistas de las organizaciones valientes. Por la urgente y necesaria inyección extraordinaria de recursos que el MINSAL debe administrar, para permitir que los centros de salud ambulatoria (CDT, CRS y Hospitales y Clínicas) puedan mejorar la atención directa de personas con discapacidad.

Por la creación del Ministerio de la Discapacidad y la puesta en marcha de centros de prótesis, al menos una en cada región del país. Por la implementación de medidas a largo plazo como la normalización del INRPAC y la construcción de un centro de rehabilitación estatal en cada ciudad del país.

Por una Empresa Metro educada y consciente, que construya en Santiago (hoy y no el 2018)los accesos necesarios en las más de 35 estaciones inaccesibles de las líneas 1 y 2, las mismas que son ejemplo mundial de discriminación.

Por un Transantiago con buses posibles de abordar en una silla de ruedas y por la implementación de la Tarjeta Accesible Gratuita, donde todas las personas con discapacidad puedan utilizar el sistema de buses y trenes urbanos e interurbanos sin costo alguno. No como un favor, sino como una compensación a las múltiples barreras sociales que imperan en Chile.

Por una Ley 20.422 que baje de la nube, se pare en tierra firme y obligue a los organismos públicos y a empresas privadas a contratar al menos un 15% de personas con discapacidad a través del desarrollo de Programas de Integración Laboral que capaciten al personal, para no incurrir en los que he denominado como “errores no forzados” al momento de integrar al trabajo a personas con discapacidad. Me refiero las acciones de discriminación por ignorancia.

Por un Presidente de la República, un Ministro del Interior y un Director (a) de Senadis con la voluntad política de responder con acciones concretas en el próximo periodo: “Más Derechos y Oportunidades - Menos Caridad”. Esta es la consigna..!