Buenas conversaciones, buenos futuros
Justicia social ahora: las voces de la Cumbre
A días de un nuevo aniversario del 27F en que siguen "los pendientes" en cuanto a la reconstrucción y cuando se pone en el debate la renacionalización del agua en el país es pertinente reflexionar sobre las garantías que el Estado debe otorgar a sus ciudadanos.
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Por Fabiola Gutierrez
La Cumbre de los Pueblos 2013, desarrollada durante el mes de enero en la ciudad de Santiago, fue una instancia de convergencia que a más de 400 organizaciones sociales, políticas, sindicales, medioambientales, estudiantiles, culturales, de mujeres, entre otras, provenientes de América Latina, El Caribe y la Unión Europea.
Este evento se realizó en paralelo a la Cumbre oficial de los Presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y de la Unión Europea (UE) y durante tres días dio el marco para instalar un debate propositivo en torno a cuatro importantes ejes temáticos: democracia y participación; derechos humanos y laborales; buen vivir y derechos de la tierra e integración y solidaridad de los pueblos.
A casi un mes de este importante encuentro, cuyo lema fue "Por la Justicia Social, la Solidaridad Internacional y la Soberanía de los Pueblos", como país nos vemos enfrentados a un importante debate: la renacionalización del agua.
En distintos foros que se desarrollaron en el marco de la Cumbre de los Pueblos 2013, el tema de los derechos del agua estuvo presente. Allí se puso especial énfasis en la hegemonía del capital financiero que se manifiesta en la privatización y mercantilización de los servicios públicos. Para ello, hubo acuerdo en que se debe generar un nuevo modelo económico que no permita la destrucción y mercantilización de los bienes naturales y sociales propios de los países.
Varias fueron las apuestas comunes plasmadas en la Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos 2013, entre ellas el "Buen Vivir" como paradigma civilizatorio para toda América Latina, con el fin de romper con lo sectorial y dar paso a nuevas relaciones que intensifiquen la movilización social. No obstante, más allá de las oportunidades y desafíos que deja la Cumbre de los Pueblos 2013, la tarea es poner en perspectiva los acuerdos generados desde la sociedad civil.
