Tres deportistas, dos de ellos de Talca, viajaron a Quito, Ecuador, para competir en un certamen latinoamericano de Freestyle de Fútbol. Todo iba bien, hasta que sorpresivamente se decretó estado de excepción en el país extranjero, y los jóvenes no pudieron regresar. Debieron encerrarse por días en un departamento y su dinero comenzó a menguar.

“Hola qué tal, somos deportistas chilenos de fútbol estilo libre, nos encontramos hace dos semanas acá en Ecuador, en Quito porque vinimos a un Latinoamericano. Nos encontramos con protestas, un paro nacional y toque de queda indefinido, el cual nos impide regresar a nuestro país, ya que el aeropuerto, carreteras y fronteras están cerradas. Cada día que pasa es crucial y se empeora la situación. Nos estamos quedando sin recursos, sin dinero y sin alimentos, y necesitamos ayuda para estar bien y regresar sanos a nuestros hogares”. Según consignó El Centro, éste fue uno de los mensajes que enviaron los muchachos desde la ciudad ecuatoriana, y en el cual dan cuenta de la compleja situación que vivieron lejos de su patria.

El conflicto en Ecuador se suscitó entre el pueblo indígena y el Gobierno del Presidente, Lenin Moreno. Lo anterior derivó en violentos disturbios que enfrentaron a la policía y a los manifestantes. A raíz de estos levantamiento se registraron muertos, heridos, caos y una sensación generalizada de miedo en la población.  

Cabe señalar que el conflicto ya finalizó, pero nuestros compatriotas recién pudieron viajar de vuelta el pasado martes.

MADRE

La madre de uno de jóvenes, Marcela Cáceres, declaró al matutino que la delegación chilena viajó el 29 de septiembre a Quito, para participar en el evento deportivo antes señalado, el cual se realizó entre el 4 y 6 de octubre. Una vez terminado el certamen, la delegación chilena regresó al país, pero los tres muchachos decidieron quedarse un par de días para conocer y pasear en tierras foráneas.

La mujer declaró a El Centro que “ese grupo, entre ellos, mi hijo, se quedaron en Quito para recorrer. Arrendaron un departamento los tres y un día salen y se encontraron con unas protestas. Como nos comunicamos siempre, me comenta mi hijo que ve mal la cosa, que van a tratar de volver, y cuando fueron a preguntar en la línea aérea, les dijeron que tenían que pagar un dinero que era un poquito excesivo, y lo otro que no todos tenían la plata para cancelar. Decidieron quedarse, pero después empeoró todo, y cuando ya se habían decidido nuevamente a salir, empezaron con el toque de queda durante las 24 horas”.

Afortunadamente los afectados recibieron ayuda del Consulado Chileno para mantenerse y, al final del conflicto, pudieron regresar. No obstante lo anterior, no lo pasaron nada de bien en su accidentada aventura fuera de Chile.