Entrevista a Tusy Urra, Coordinadora Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa, MNRJ

1.- En el marco del proceso de reconstrucción ¿Cuáles son las lecciones aprendidas?

La Reconstrucción en Chile, es un mal llamado proceso, que nació y se desarrolla actualmente a partir de la experimentación de las autoridades encargadas del tema de Vivienda, autoridades que no dimensionaron y aún peor, ni siquiera consideraron que esta sería una gran oportunidad para aplicar reformas estructurales y reales en políticas de viviendas, que hacen bastante falta, en beneficio de las y los damnificados y por supuesto, allegados y deudores habitacionales. Desestimaron la gran importancia de la problemática de la vivienda y terrenos en Chile. Nuestras autoridades no dimensionaron, menos profesionalizaron estas demandas, que por lo demás son legitimas, justas y dignas. Sólo se volcaron, de mala manera, a la inmediatez de la entrega de susidios insuficientes y el favorecimiento del lucro, la especulación inmobiliaria, manteniendo la buena relación y lobby con el negocio de las constructoras, inmobiliarias y empresas forestales.

¿Lecciones aprendidas para las autoridades?, a mi parecer, nulas y sólo hubo un retroceso en políticas de viviendas. Lamentamos profundamente la pérdida de una gran oportunidad para la reconstrucción de políticas estructurales, reales, de vivienda y de seguridad, prevención, investigación para futuras catástrofes, de las cuales no estamos exentos como país.

Las lecciones aprendidas, para las organizaciones sociales, son el seguir levantando organización en busca de demandas justas, sobre todo valorizar y admirar el trabajo femenino, sus capacidades, cómo enfrentan esta reconstrucción, cómo se sale adelante, esa resiliencia incansable. A diferencia de las demás organizaciones en temas de reconstrucción, las dirigentas chilenas saben llevar esta labor adelante, tal vez porque nuestros hogares, nuestras familias, son primordiales en nuestras vidas.

2.- ¿Qué están desarrollando desde sus organizaciones?

Como Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa, MNRJ, seguiremos con este trabajo, el proceso de reconstrucción es algo que se vive día a día, esto no termina y no terminará muy luego, nos especializaremos de manera técnica, social, jurídica y postularemos a proyectos, seguiremos apoyando nuestras organizaciones sociales.

3.- ¿Cuáles son los objetivos?

Queremos, como MNRJ, ser referentes en temas de reconstrucción, buscando a futuro, aportar en las futuras catástrofes que sucedan en Chile. Seguiremos peleando por políticas reales de Vivienda en beneficio de nuestras comunidades.

4.- ¿Cuál ha sido el rol de las mujeres en la reconstrucción?

Fue, es y será fundamental, en el seguir levantando organización en busca de demandas justas y sobre todo valorizar, admirar el trabajo femenino, sus capacidades, cómo se supo enfrentar esta reconstrucción, cómo se sale adelante, esa resiliencia incansable como señalaba anteriormente. Además, al interior del MNRJ son muchas las mujeres que han alzado la voz, han tenido y tienen un protagonismo importante a la hora de dialogar y demandar a las autoridades.

5.- ¿Ha sido el proceso de reconstrucción un aporte a la calidad de la democracia?

Esperamos que sí. Como MNRJ hemos puesto el tema sobre la mesa, sacar a luz las necesidades de tener un hogar, la urgencia en políticas de vivienda, denunciar cómo se especula, cómo se lucra hoy en día con esta necesidad,.

Sabemos que el sistema de dividendos, subsidios, lucro de los bancos, los escasos terrenos, la especulación inmobiliaria, no son la solución para tener un hogar -y menos- para vivir de manera digna. No es justo vivir endeudado toda una vida para tener un hogar, para estudiar, para tener adecuada salud. Estos son factores que debe cubrir un Estado proactivo, consciente, que busca el bien común de todos los chilenos, que en su mayoría somos trabajadores, humildes, honestos, sacrificados, que sólo vivimos para pagar cuentas y trabajar como esclavos, el Estado hoy en día sólo se preocupa del resguardo de las billeteras de los que más tienen, que son los menos.

Ahora, el que sigan siendo ciegos, sordos y mudos es parte de esta democracia, pero las demandas están puestas sobre la mesa, sólo falta la voluntad política y el sacarse las manos de los bolsillos y trabajar para la gente.