[Opinión] El perdón y la memoria incompleta de las víctimas

[Opinión] El perdón y la memoria incompleta de las víctimas

06 Septiembre 2013

Los crímenes sin verdad ni justicia son siempre en presente -algo que recogieron los tribunales con la figura del secuestro permanente- y lo seguirán siendo en la memoria incompleta de las víctimas.

Pamela Díaz-Romero >
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Con motivo de la conmemoración de los 40 años del golpe contra el gobierno de Salvador Allende, se han publicado y re-editado libros, se multiplican las obras de teatro y la televisión exhibe series y documentales. Desde distintas plataformas culturales,  se abren espacios de diálogo y debate  en los que las biografías individuales actualizan la memoria colectiva.

Desde el mismo momento del golpe, el mundo de la cultura y la prensa de trinchera jugaron un rol decisivoen el resguardo de la memoria de las víctimas, acumulando evidencias silenciadas por la historia oficial. Las comisiones Rettig y Valech y sus respectivos informes son valiosos aportes en esta dirección, aunque la identificación de muchos de los responsables  sigue siendo tema pendiente.

La llegada de la derecha al gobierno, y con ella de figuras civiles asociadas al régimen de Pinochet, parecen haber generado un desacoplamiento en la aún incipiente construcción pública de este relato común. El perdón que algunos de ellos han levantado, si bien aspira a contribuir a cerrar las heridas abiertas, no logra su objetivo pues no reconoce responsabilidad propia (más que por omisión) ni ayuda a establecerlas, empeñándose en relevar “el contexto” como atenuante. Exacerba en cambio en buena parte de la población la urgencia porque la historia compartida no acepte este empate como excusa para “dejar el pasado atrás”.

Una vez más queda en evidencia que crímenes sin verdad ni justicia son siempre en presente-algo que recogieron los tribunales con la figura del secuestro permanente- y lo seguirán siendo en la memoria incompleta de las víctimas, que aún no encuentran respuestas en el silencio obstinado de los victimarios respecto del destino de cientos de chilenos y chilenas.

El aporte de quienes hoy piden perdón podría romper el estancamiento que esta situación ha generado.

*Pamela Díaz-Romero es Directora Ejecutiva Fundación Equitas