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Políticas ante desastres naturales
Políticas ante desastres naturales
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Por Cristián Opaso, Periodista asociado Fundación Terram
Una
cosa es ponerse de acuerdo en las sesiones plenarias de la Asamblea de
las Naciones Unidas o de las múltiples conferencias organizadas por el
cuerpo internacional y otra bastante distinta es que esos acuerdos se
transformen en políticas públicas y signifiquen algo para los ciudadanos
y ciudadanas "de a pie". Es el caso de los derechos humanos, por
ejemplo, en que, de la reunión aquella de San Francisco del año 1945,
tuvieron que pasar unos buenos 50 años, por lo menos en este país, antes
de que hubiese consenso social respecto a ellos. Ojalá sea menor el
tiempo que pase antes que el Marco de Acción Hyogo (MAH) sea
implementado y por tod@s conocido. Es, literalmente, un asunto de vida o
muerte, ya que se trata precisamente de que usted conozca a cabalidad
los riegos que corre ante posibles desastres naturales o de otra índole
que pueden ocurrir en sus alrededores y sepa, exactamente, que tiene que
hacer para sobrevivir.
Lo más seguro es que usted nunca escuchó
hablar del MAH. Más preocupante es que aún no se haya implementado a
cabalidad. Es verdad que no tiene la categoría de un tratado
internacional como el de los DDHH o el de Kyoto, pero compromisos son
compromisos.
Desde hace ya un su tiempo, por lo menos a nivel
internacional, se ha conversado el asunto. Fue en el año 2005, en la
provincia japonesa de Hyogo donde los países acordaron hacer un esfuerzo
internacional para "aumentar la resiliencia de las comunidades
vulnerables a los desastres". Ya antes, la década de los 90´s había sido
declarada como el Decenio Internacional sobre la Reducción de Desastres
Naturales (DIRDN) y el año 2000, los estados miembros acordaron la
Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (ISDR en inglés,
EIRD en español), como seguimiento del decenio.
• El MAH
funciona administrativamente a través de un Consejo Consultivo Mundial,
un punto de enlace dentro del sistema de Naciones Unidas (ISDR-EIRD) y
Comités Nacionales y Puntos de Enlace en cada país. Se plantean cinco
grandes objetivos, que atañen a los diversos actores de un país, desde
gobiernos y ONG's hasta municipalidades y escuelas: Lograr que la
reducción del riesgo de desastres sea una prioridad
• Conocer el riesgo y tomar medidas
• Desarrollar una mayor comprensión y concientización
• Reducir el riesgo
• Estar preparado(a) y listo(a) para actuar
En
estos objetivos están sintetizadas múltiples acciones que a la vez,
deben apoyar múltiples agencias internacionales, quienes hacen alianza
con gobiernos e instituciones de toda índole. Existen programas
globales, regionales y nacionales. Tantas agencias, instituciones y
grupos involucrados, que no es fácil averiguar qué cosas concretas se
están haciendo en Chile en torno al Marco de Acción Hyogo, y qué
diferencias reales están produciendo esos esfuerzos en la población, que
al final, es el sentido de todo el esfuerzo.
Existe, por
ejemplo, un programa que parece ser muy interesante y que tiene el
grandilocuente nombre de "Fortaleciendo Capacidades de Sistemas
Subnacionales de Gestión del Riesgo y Desarrollando la Resiliencia de
Comunidades Vulnerables a Desastres", conocido más simplemente como
"Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi Ciudad se Está Preparando". El
programa incluye una participación amplia de la comunidad para
diagnosticar riesgos, confeccionar mapas y hacer ejercicios. Este
programa de está llevando a cabo en 22 municipalidades del país:
Hualpén, Alto Biobío, Lampa, Concepción, Lautaro, La Ligua, Río Claro,
Temuco, Ercilla, General Lagos, Los Lagos, San Javier, Graneros,
Cobquecura, Coelemu, Ninhue, Quirihue, Portezuelo, Ránquil, San Nicolás,
Trehuaco y Quillón.
Lamentablemente, esta información es de
difícil acceso. No lo supimos a través de la ONEMI, que es el punto
focal del MAH en Chile, ni tampoco a través de la página en español de
la sede regional de las Américas de la EIRD, foco del MAH en la ONU,
sino a través de su oficina en Panamá. Tal vez porque en Chile no existe
un plan detallado de implementación del MAH, conocido como Plataforma
Nacional de Reducción del Riesgo de Desastre, hecho que también nos dio a
conocer la oficina de Panamá, que estaría trabajando con el gobierno
chileno para elaborarla.
En todo caso, no se trata de buscar
culpables, porque uno de las claves de la prevención de desastres es
precisamente el involucramiento de la comunidad, llamada a exigir
información sobre los planes de emergencia y, si no hay planes, a exigir
su creación.