Políticas Públicas para los pueblos indígenas en el Maule: Una deuda histórica del Estado

Políticas Públicas para los pueblos indígenas en el Maule: Una deuda histórica del Estado

07 Agosto 2020

Las políticas públicas que el Estado de Chile ha desarrollado en materia Indígena tienen larga data, pero es necesario poner en contexto que no siempre fueron ideadas para salvaguardar la población originaria y sus derechos como habitantes naturales.

Camilo Farías >
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Colaboración: Ivan Lepian Pilquinao, dirigente de la asociación Inche Tañi Mapu de Talca.

Los pueblos indígenas en Chile tienen demandas directas no sólo sobre el territorio y sus recursos, sino también sobre su marginalización y la exigencia del reconocimiento de sus derechos; es responsabilidad de los gobiernos de turno la ejecución de iniciativas dirigidas hacia las diferentes problemáticas de dichos pueblos, tarea que especialmente debiese estar proyectada a través de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), y de los Gobiernos Regionales ya que estas podrían contribuir a la descentralización de la problemática indígena que se ha mantenido homogénea en Chile. Sin embargo, actualmente la región del Maule carece de una institución de representación indígena, por lo que, las acciones de gestión se ven limitadas y quedan a disposición de decisiones exógenas al territorio regional. 

Las políticas públicas que el Estado de Chile ha desarrollado en materia Indígena tienen larga data, pero es necesario poner en contexto que no siempre fueron ideadas para salvaguardar la población originaria y sus derechos como habitantes naturales. La necesidad del Estado de hacer uso del territorio ubicado entre el rio Biobío y el seno de Reloncaví, dando carácter de "Pacificación" a una política etnocida llevó a fines del siglo XIX a la población indígena (referida al pueblo mapuche) a radicarse en territorios reducidos, producto de la ocupación llevada por el Estado con ciudadanos chilenos y extranjeros para cimentar un foco productivo desde el Agro para el despegue macroeconómico del país. 

Durante el Siglo XX, Chile marca una visión asimilacionista e integracionista de los diversos grupos culturales que habitaban en el país, haciendo eco el despojo del imaginario social y cultural de estos grupos culturales llevándolas a un proceso de Chilenización apurada y profunda. Esta visión desde la Institucionalidad cambia en los 60´s, por la persistencia étnica, las acciones reivindicativas de tomas de terreno en territorios ancestrales, apoyadas fuertemente por idearios políticos del escenario nacional, traducida en restitución de tierras y respeto de títulos de merced; todo esto se frena con el golpe de Estado en 1973, que lleva a una reversión de los procesos de resistencia y reivindicación. 

Acabada la dictadura militar el primer gobierno de la transición hacia la democracia asume el rol de crear una Ley Indígena y con ello la "CONADI", su misión es poner en movimiento, coordinar y controlar mecanismos de solución para el abordaje de los problemas que afectan a los pueblos indígenas. Sus funciones son promover el reconocimiento y respeto de estos pueblos, a través del registro de comunidades y asociaciones indígenas, apoyos a través del fondo de tierras y aguas y planes de desarrollo (Ley N° 19253, 1993). 

CONADI tiene su principal sede en la ciudad de Temuco con representación en la mayoría de las cabeceras regionales. El Maule desde la elaboración de dicha Ley no tuvo carácter de territorio indígena, quedando bajo la tutela de la Dirección Regional del Biobío. Esta situación, en un inicio no repercutió en demasía, por las mínimas solicitudes que el servicio recibía dada la poca información y acceso existente, dicha situación fue transformándose diametralmente en relación a la capacidad de gestión y la presión que los agentes dirigenciales lograron. La región del Maule al presente cuenta con decenas de organizaciones indígenas, con una diversidad interesante acorde a las razones identitarias de base, existen los que adscriben a troncos de familia naturales de la región y los asentados en el Maule en diferentes momentos y desde diversos territorios del país, mayoritariamente del pueblo mapuche. 

Las políticas públicas como acciones direccionadas no han dado los resultados esperados a lo largo de los años, las demandas de los pueblos originarios a nivel nacional son cada vez más exigentes y la región del Maule no es la excepción. Una de las principales demandas es la falta de instituciones y la carente focalización de recursos destinados a suplir necesidades y el resguardo de sus derechos, así como la falta de una estrategia integral de desarrollo económico, social, político y cultural para los pueblos originarios de la región. 

En vista de esto, se determinó que uno de los principales problemas es la carencia de políticas públicas en torno al desarrollo indígena, pese a que en el marco legal ha habido avances positivos, aún existen limitaciones que han entorpecido iniciativas de política pública en la región. Además, el desinterés de los actores políticos sobre las demandas de las comunidades, así como la compleja identidad indígena regional, obstaculizan aún más la situación. Lo anterior, se ve reflejado en la insatisfacción de demandas manifiesta por los pueblos originarios, mayor discriminación económica, política y social hacia estos grupos y por consecuencia una menor calidad de vida. 

A partir de lo señalado, se identifica como objetivo situacional la necesidad de la creación de políticas públicas para la región del Maule con un enfoque de desarrollo indígena, fortaleciendo su identidad territorial, respetando las culturas propias, tradiciones y cosmovisión, y proveyendo espacios de participación y diálogo activo entre las entidades, los pueblos originarios y demás actores involucrados.