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Publicada en El Rancahuaso el 23/10

Mucho se ha hablado durante estos días sobre el proceso Constituyente por lo que me parece sensato hacer ciertas apreciaciones al mismo. En los últimos 30 años, varios países de Sudamérica han iniciado procesos constituyentes, Bolivia (2006); Argentina (1993 y 1994); Brasil (1988 y 1987); Venezuela (2017) y ahora Chile (2020).

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Este proceso en el cual si gana el Apruebo, tendrá su puntapié inicial este domingo, es un asunto que tiene límites y reglas, que están dados por la misma ley que reformó la actual Constitución y que en definitiva permitió esta discusión. El Artículo 135, inciso final, ley 21.200 señala que: “El texto de Nueva Constitución que se someta a plebiscito deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes” Así que no tenga miedo, que todo será ajustado a derecho.

¿Qué pasa con Chile después de este plebiscito?

Bueno, Chile seguirá siendo el mismo, en el sentido que su institucionalidad seguirá vigente: Piñera seguirá siendo Presidente, la Constitución actual seguirá vigente, el Parlamento y el Poder Judicial también. Es decir, después del 25 de octubre, y si gana la opción Apruebo, sólo tendremos a un grupo de personas, que luego que se elijan el próximo año, discutirán y elaborarán un nuevo texto Constitucional para ser presentado a toda la ciudadanía, y para eso tendrán 9 meses o 12 meses como máximo.

Papeletas

Ahora bien, es importante que usted tenga claro que, este domingo se le entregarán dos papeletas. Hay muchas personas que aún no entienden qué significa tanto el Apruebo como el Rechazo, y la respuesta es simple:

En una papeleta, saldrá una pregunta: ¿Quiere usted una nueva constitución? Abajo estarán dos opciones, que son las que acabo de mencionar. Sí usted marca Apruebo, entonces está diciendo que SÍ quiere una nueva Constitución para Chile, si marca Rechazo, entonces usted está diciendo que NO quiere una nueva Constitución para nuestro país.

¿Por qué me van a entregar dos papeletas? ¿Pará qué quiero la segunda, sí yo votaré Rechazo?

Bueno la respuesta es simple, los resultados de este plebiscito son vinculantes para todos los habitantes de este país, por lo tanto, aunque usted rechace una nueva Constitución, en caso de ganar el Apruebo, igualmente deberá participar del proceso, aunque usted haya votado que no quería, por eso, tiene derecho a elegir.

Entonces ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? En otras palabras, aunque no quiera el café, tendrá que tomárselo igual, y entonces ¿No es mejor decidir si lo quiere con azúcar o sin ella?

¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva constitución? Es la pregunta que aparecerá en la segunda papeleta que le entregarán, por eso es importante que no se confunda, y vote en ambas papeletas entregadas y no en una sola, aún cuando usted en la primera vote rechazo.

Bajo esta pregunta estarán las opciones de Convención Mixta Constitucional y Convención Constitucional (o también conocida como Convención Constituyente). Usted deberá igualmente señalar su preferencia, aunque usted en la primera papeleta haya votado rechazo, indistintamente debe llenar la segunda papeleta.

¿Qué pasará luego que terminen los 9 meses o 12 meses si hay prorroga?

Bueno, podrían pasar dos cosas, la primera y muy poco probable, ya que para eso será creada y financiada, es que luego de transcurrido el plazo los convencionales no tengan un proyecto de nueva constitución, por lo que el proceso quedaría hasta ahí puesto que la propia ley señala que la duración de esta convención será de 9 meses o 9 meses más 3, haciendo 12 meses en total en caso de prorrogarse, y si no logran llegar a un proyecto de Constitución para presentar a la ciudadanía, entonces se disolverá la convención y quedará vigente la actual Constitución, ya que esta solo podría perder vigencia cuando sea derogada por una nueva.

En el caso de que vencido el plazo que tiene la convención, ya sea constitucional o mixta, sí se llegue a un proyecto de nueva Constitución, esta deberá ser puesta en conocimiento de la ciudadanía quien deberá ratificarlo a través de un plebiscito que será obligatorio para todos. En donde si gana el Apruebo, efectivamente y luego de otros trámites más, comenzará a regirnos y quedará vigente la nueva Constitución que aprobó mayoritariamente la ciudadanía, en el mejor de los casos durante el año 2021 o tal vez principios del 2022.

¿Qué pasa si en ese plebiscito ratificatorio gana el rechazo?

Bueno, en este caso, seguirá vigente la Constitución actual, la convención se disolverá y tendremos que seguir utilizando los mecanismos ya establecidos para cualquier modificación que queramos hacer a la constitución, es decir, los políticos de turno deberán ponerse de acuerdo y sesionar cumpliendo los quórums establecidos dependiendo del capítulo que quiera modificarse de nuestra carta magna.

Es decir: ¿Puede modificarse la actual Constitución? Sí, se puede. Lo que pasa es que, para hacerlo, se requiere cumplir con ciertos quórums (2/3 y 3/5 de los parlamentarios en ejercicios) los que son altos y diversos dependiendo de qué capítulo de la misma se quiera modificar, pero es posible hacerlo.

Finalmente, solo me queda decirles que no tengan miedo de votar el próximo 25 de octubre, es su deber y derecho como ciudadano de este país. Ejérzalo con plena libertad y convicción, ya que el destino de un país demócrata se debe decidir en las urnas, con la expresión y respeto de lo que elija la mayoría, no destrozando lo que encuentre a su paso para ser escuchado, es aquí donde su voz será escuchada y acatada.

Demás está decir que el domingo se está decidiendo sobre el rayado de cancha que tendrá Chile durante, esperamos, otros 30 años más… así que, por las generaciones pasadas, presentes y futuras, hágalo, ya que, de usted, de mí y de todos nosotros dependente el futuro de nuestro País.