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Según el último registro del teléfono de orientación para mujeres víctimas de violencia (1455) – dispuesto por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género – a la fecha los llamados han aumentado un 150% respecto del año previo; mientras que Carabineros registró un alza del 97%, teniendo alrededor de 500 llamados al día de mujeres denunciando violencia intrafamiliar.

El preocupante aumento de los llamados llega con el inicio de la pandemia, la que terminó agudizando la herida del maltrato físico, psicológico y económico hacia la mujer. Esto especialmente en los barrios donde no existen redes fuertes de orientación y contención, transformándose en una violencia estructural que se vive y profundiza tanto dentro de las viviendas como en el espacio público.

Fue en este contexto que Urbanismo Social, junto a organizaciones de la sociedad civil e instituciones locales, vecinales y municipales, lanzó hace poco menos de un año en Talca la Red Comunitaria de Prevención de la Violencia hacia la Mujer; creando de esta manera un fuerte tejido de prevención entre las mujeres de Talca con las organizaciones que prestan servicios de orientación, denuncia y contención. Esto fue financiado por el Fondo Nacional de Seguridad Pública de la Subsecretaría de Prevención del Delito y el Ministerio del Interior y Seguridad Pública.

Desde Urbanismo Social tienen la visión de prevenir la violencia hacia la mujer de una manera colectiva y comunitaria. “Las acciones que realizamos nos permitieron conocer en primera persona historias de mujeres que han sido víctimas o testigos de violencia de género y lograron romper esos círculos a través de la colaboración con otras mujeres. Esto nos hizo comprender que este problema debe ser abordado de manera colectiva y a través de la generación de redes entre mujeres”, desarrolla Valentina Cisternas, gestora social de Urbanismo Social.

Con el objetivo de articular a la comunidad a través de actividades formativas que promueven la igualdad de trato y el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres dentro del espacio público, es que desde la Red Comunitaria de Prevención de la Violencia hacia la Mujer decidieron realizar intervenciones de orientación y levantamiento en distintas instancias.

Claudia Insulza tiene 20 años y vive en una de las poblaciones del sector donde se realizó el proyecto. La cercanía que siente al tema por distintas experiencias que la han llevado a ser testigo de violencia de género, hizo que se acercara a algunas de las tantas instancias que realizó la red llegando a participar en los diferentes puestos en la feria libre local “El Trencito”. “Fue una experiencia que me hizo aprender mucho, uno sabe que la violencia de género es un problema, pero no tiene las herramientas para hacer algo para frenar esto. Fueron instancias que nos hicieron sentir acogidas y orientadas sobre los malos tratos que vivimos diariamente, de los que a veces ni siquiera nos damos cuenta”, dice.

Otro ejemplo de intervención fue en los dos centros de salud que tiene el sector Suroriente de Talca. En estos realizaron una guía de abordaje de la violencia de género para funcionarios de la salud con contenido como ¿Qué hacer si llega una mujer víctima de violencia? ¿A dónde derivarla? ¿Cuáles son los canales de denuncias? entre otros.

Mientras estas actividades se realizaban en terreno, el mundo virtual también tuvo su momento, sobre todo por el contexto pandémico en el que estamos. De esta manera se han hecho talleres de prevención de violencia a apoderados, cuidadores y profesores, sin embargo el que va dirigido a estudiantes aún está pendiente ya que algunos no cuentan con acceso a computador o internet.

Además las mujeres pertenecientes a la red realizaron un Facebook Live titulado “Mujeres valientes, conversaciones en el suroriente de Talca” con el objetivo de acercar temas relacionado con las violencia de género a la comunidad del suroriente de Talca.

Las actividades se han enfocado en crear una red de prevención integrada por instituciones como la Red Chilena Contra la Violencia Talca, la Oficina de la Mujer de la Ilustre Municipalidad de Talca y el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género. De esta forma, desde la articulación comunitaria, con la sociedad civil y con instituciones públicas, la comunidad se transforma en un actor responsable en el traspaso de información hacia sus pares; pero también se comprende la prevención de la violencia como una responsabilidad colectiva.

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