Se inició la discusión, en Sala de la Cámara de Diputados, de la reforma que modificaría el número de congresistas y  que en segundo término modificará el quórum para los cambios que se hagan a la ley de votaciones populares y escrutinios (n° 18.700) relacionada con el número de diputados y senadores, los distritos, circunscripciones existentes y sistema electoral, que requeririán del voto conforme de las 3/5 partes de los diputados y senadores en ejercicio y no, del actual 4/7.

La modificación llega a la sala luego que la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, aprobara en general y en particular, la eliminación del número 120 de diputados, medida que a juicio de los promotores, “avanzaría en la tramitación legislativa para el reemplazo del sistema electoral binominal”.

Recordemos que dos fórmulas están en pugna, primero la que sostiene la necesidad de un aumento en el número de distritos y circunscripciones electorales, iniciativa apoyada por parte del bloque opositor y representantes de RN; y otra impulsada por el gremialismo, contrario a la modificación numeral.

El parlamentario del PPD, Pepe Auth, reiteró su voto a favor, insistiendo que lo importante de hoy “no sería la modificación del número, sino ver quién apoya o disiente del cambio al sistema electoral”.

En este sentido, el diputado del PPD señaló que  “porque el tema central del sistema electoral no es el número de diputados, es cómo se eligen los diputados, en qué territorio se eligen, a cuántos electores representa cada parlamentario para que se respete el principio democrático de que la igualdad del voto de las personas sin importar donde vivan. Sacar el número 120 de la Constitución es indispensable para pensar en libertad, el cambio del sistema electoral”.

La reforma actual es vista como una “señal política” para Cristián Monckeberg, uno de los RN a favor.

“No le parece un cambio al sistema”, si llegan a consenso podrían ver reformas, pero vota en contra de este proyecto, porque nadie puede negar que las comisiones de esta Cámara han hecho su trabajo y lo pueden seguir haciendo, sin necesidad de integrar más” dijo el diputado Jorge Ulloa de la UDI, argumentando su voto por la negativa del proyecto.

En esa línea, el parlamentario gremialista indicó que “es cierto que es incómodo para el mundo político, pero digamos la verdad, este es un sistema que permite, que ha dado, y que ha mostrado estabilidad para el país, y cuándo alguien me dice es que hay fuerzas que quedan fuera, yo digo que aquello no existe, porque la prueba está aquí mismo hay movimientos o hay partidos que a través de la negociación pueden llegar efectivamente a ocupar escaños en el Congreso, como el propio Partido Comunista lo ha experimentado y lo ha hecho ahora”.

René Alinco también se mostró contrario “esta reforma es más diazepam para los chilenos” utilizando analogía con el medicamento de sedación, ya que a la ciudadanía se le dirá (luego de su aprobación) “que hicieron todo lo posible por el cambio” a su juicio “quienes quieran modificar el actual sistema electoral, deberían votar en contra de una modificación que sólo perpetúa la repartición de poderes, votar a favor sería una contradicción en sí misma” agregó.

Debido a que la modificación no tiene “suma urgencia” se continuará con el debate en la sesión del próximo martes, última semana legislativa, previa a la semana distrital y al receso por elecciones, por lo que se acortan los tiempos para su eventual aprobación.

Teillier (PC) exige mayores reformas que el guarismo
“El sistema binominal es un sistema institucional diseñado para ser inmodificable y cuyo propósito declarado es impedir que por la vía institucional se puedan promover cambios al sistema político”, señaló el diputado PC Guillermo Teillier, en la discusión por cambiar el guarismo de la Cámara Baja.

En esta materia, el titular del PC indicó que “suprimir el guarismo no debe abrir paso a la perpetuación del binominal sin binominal. Corresponde construir la gobernabilidad sobre el respeto a las mayorías y no sobre el tutelaje de una minoría que pretende seguir dictaminando como los chilenos debemos vivir”.

Teillier subrayó en la idea de una Nueva Constitución, señalando que “la Constitución de 1980 es una camisa de fuerza para muchas leyes y el sistema electoral es el principal instrumento de aseguramiento de su perpetuación. Es decir, no es un sistema electoral al servicio de la democracia y el pueblo sino responde a los intereses propios de una minoría que se amparan en la Carta Fundamental aprobada sin garantías y cuya ilegitimidad de origen es de sobra conocida”.

En esta línea, Teillier manifestó que “votaremos a favor este proyecto de Reforma Constitucional que suprime el guarismo de los 120, pero solicitamos votación separada para la norma transitoria que funde una norma transitoria actual manteniendo el quórum anormal de tres quintos para una Ley Orgánica Constitucional, la cual votaremos en contra. Este quórum anormal es un atropello a la voluntad mayoritaria”.