GOLPE DE ESTADO Y EL DERRUMBE DE LOS MIL DÍAS

Cuando desayunaba en casa, generalmente lo hacía escuchando ?Radio Corporación? . Esta radio emisora era, hasta este día propiedad del Partido Socialista, dirigida por Erick Schnake y el jefe de Prensa Miguel Ángel San Martín y su hermano, todos militantes del Partido Socialista. Esta Emisora Radial se ubicaba en la Galería Antonio Varas de calle Morandé y Alameda.

Eran las 7.30 horas de aquel nublado y húmedo día martes 11 de Septiembre de 1973 cuando escuche la primera noticia por ?Radio Corporación?. Lo primero que pensé fue que se trataba de un autogolpe. Por algún segundo hasta me alegre. Pero, mi alegría se congelo de pronto. Radio Corporación estaba siendo hostigada por aire y a punto de ser bombardeada. El Presidente Allende se dirigía con su escolta del GAP desde su residencia hacia La Moneda dispuesto a combatir hasta la muerte si era necesario y tal como lo había manifestado en un discurso aquel día viernes 29 de Junio en que el coronel Souper saco sus tanques a la calle. Ya no tenia deseos de continuar mi desayuno. Me propuse de inmediato dirigirme a Lo Valledor. Le pedí a mi esposa que me diera mi poncho azul y un par de botas. En el patio principal de la empresa había la misma escena del 29 de junio: todo el mundo reunido en grupos y conversando sobre la situación del momento pero sin tomar decisiones que pudieran cambiar el caos que estaba a punto de comenzar. La gran mayoría de los trabajadores no llego a trabajar. Los pocos dirigentes presentes mantenían una actitud totalmente indiferente o estaban demasiado asustados para hacer algo en contra.

La Junta Militar que en ese momento ya se identificaba con Pinochet a la cabeza y a cargo de la situación nacional decreto toque de queda a partir de las 15.00 horas. El discurso de Salvador Allende lo escuchamos a través de una radio portátil en el patio de la empresa. Al final de este, los ánimos no podían ser peores. Sugerí que se reuniera de inmediato el partido y el sindicato con los dirigentes que allí estuvieran. Se determino que reuniéramos a todo el personal y se les dejara la alternativa voluntaria para quedarse o retirarse a sus casas. La gran mayoría opto por lo último.

Los pocos que nos quedamos nos reunimos para analizar con más calma la situación y para ver objetivamente que era lo que en contra se podía hacer. Nuestras condiciones militares para una resistencia efectiva eran horribles. Lo que había para defenderse no alcanzaba ni siquiera para formar una miserable escuadra. Y si hubiera habido más, igual nos habrían masacrado en un par de minutos. Hoy, me pregunto: ¿que hubiera pasado si hubiésemos tenido armas suficientes para defendernos? A Dios gracias no las tuvimos. Tampoco llego Arnoldo Camu, que era el dirigente del PS y encargado del aparato militar de nuestra zona y que debería haber llegado con armamento suficiente para una eventual defensa. Desde los techos podíamos ver las columnas de humo que salían de la Moneda producto del bombardeo.

El espectáculo era realmente deprimente. Una sensación de indefensión, rabia e impotencia recorría todo mi cuerpo y mente. Por segunda vez en mi vida me sentí huérfano sin nuestro Presidente Allende.

Las horas transcurrieron rápidamente. El toque de queda se postergo para las 18.00 horas.

Entre las tres y las seis de la tarde nos dedicamos a destruir, quemar documentos y papeles que estimamos que debían desaparecer. Nuestra empresa era parte del Cordón Industrial Cerrillos cuyo presidente era Hernán Ortega. Este era a la vez interventor de la empresa Fantuzzi. Hacia allá me dirigí después de despedirme de mis compañeros dirigentes y trabajadores.

Locomoción colectiva no había, así que camine por Av. Cerrillos hacia la costa. En el trayecto, todo era caos. Gente que corría en todas direcciones, vehículos civiles y militares se desplazaban a toda velocidad en diversos sentidos de las dos vías. La guardia de la FACH del Aeropuerto Cerrillos estaba apertrechada como para ir a una guerra y reforzadas sus accesos. Varios helicópteros sobrevolaban la zona a muy baja altura y con personal casi colgando de sus puertas con ametralladoras de alto calibre.

USTEDES DIRAN SI CONTINUO O NO

Hasta ese 11 de Septiembre, yo no creía en el diablo Pero ese dia su presencia satánica se instaló en mi barrio, universidad y hasta en mi familia , porque ¿de que otra manera se puede entender las ganas de hacer pedazos y hacer sufrir a otros seres humanos ? Que pena por los que · ganaron· , y perdieron su dignidad de humanos, y como siempre ocurre en la historia, que dolor por los que perdieron. Cuando escuchaba los llamados a la sangre en aquellos días, recordaba mi ingenuidad anterior, cuando creía que satanás era un invento de los curas para que nos confesáramos. Afortunadamente, la voz de muchos curas, y en especial del Cardenal Silva Henríquez, me fue devolviendo poco a poco la fe en el ser humano Trabajé como voluntario, en el Comite Pro paz y después en la Vicaría. Ese trabajo me ayudó no solo a volver a creer en la Vida, sino que también nos ayudó a todos a rescatar el alma de Chile que estuvo en el infierno de la dictadura En la maldad de la dictadura,fue fácil reconocer la presencia del demonio, pero ahora, en democracia, es más difícil reconocer su rostro. Pero ya no vuelvo a ser ingenuo nunca más. Sé que el diablo sigue presente en Chile, no solo en quienes siguen aprendiendo a matar otros seres humanos, sino también en quienes aceptan como un mal menor la pobreza y el abandono de cientos de miles de chilenos, en la corrupción, en la falta de respeto por los más débiles en nuestros sistemas de salud, de previsión y educacionales Se puede ser libre de esta historia, si de verdad respetamos a los perdedores de siempre y nos compadecemos y oramos por los que nos persiguieron, pero sobre todo siempre seremos libres, si somos capaces de seguir amando. Juan

tango 13 años y por toddo lo que he escuchado me da pena por las personas que pasaron por eso y no me ubiera gustado estar ahi ojala borren esos momentos dolorosos de sus vidas y disfruten lo que tienen ahora.

Qué lata que no pongan los apellidos de las personas.

Lo que mas recuerdo fuera del horror que significo ese dia 11, haber visto a mi viejo que ya tenia como casi 60 años, verlo llorar, humillado, masacrado mentalmente, al ver como lo echaban de su trabajo que lo habia logrado con sacrificio, con mucho sacrificiom ya que termino de estudiar a los 52 años y recibirse de profesor de estado, llegando a ser rector en liceo de cauquenes y linares.-

Fue una gaviota que en el mejor del vuelo le disparan y lo echan abajo del vuelo, lo acusaron de ser parte del mentado PLAN ZETA, imaginacion para justificar lo inhustifiicable, pero siguio en su lucha a pesar de estar mas de un año sin recibir nada de dinero para la subsistencia.

Son historias anonimas, pero son historias de los muchos chilenos anonimos que dieron todo lo de si para seguir viviendo.-

Tambien me recuerdo sin error a equivocarme, que los HUASOS QUINCHEROS, si, esos que vienen a celebrar sus 70 años de vida el dia despues de la masacre que se iniciaba, mofarse del Presidente Allende en un programa de televisión, reierse a carcajada batiente y celebrando el golpe, ojala que pidan perdon, si son chilenos de buena tela.

Pero lo que me quedo para siempre son lo que conversabamos con mi padre, la vida continua hijo, hay que demostrar siempre que nos pueden vencer por la armasm pero lo mas importante es tener conciencia de clase, y eso ahora no se mucho, todos pasamos preocupados de sobrevivir, pero quien habla de los detenidos desaparecidos, de los torturados, de las mujeres violadas, por los niños asesinados junto a sus padres, o que se los quitaban para quedarse con ellos, ojala los valientes soldados, digan algun día la verdad, de donde estan los detenidos desaparecidos, y volver a vivir en un pais de sanidad mental, donde podamos lograr vivir en un pais democratico, solidario, humano, y DE VERDAD.-

Todo el horror que conocìamos sòlo por pelìculas y narraciones de lo que significô el nazismo y la matanza de millones de judìos se instaurò en Chile ese dîa trâgico. Bandos militares, listas negras, torturas, allanamientos, prohibido reunirse, toques de queda, fusilamientos, "ley de fuga", uan Gestapo nacional (DINA) al mando de Manuel Contreras. Soplones , espîas, infiltrados por todas partes, colaboracionistas hipòcritas. Chile se convirtiò en una inmensa cârcel. Expresar que se escondieron "como ratas" es una exageraciòn y una mentira. Salvador Allende , en su discurso llamò a los militantes de izquierda a no dejarse masacrar y de hecho permitiò la salida de un grupo de personajes que estaba en La Moneda con èl. Concuerdo con el Sr. Cadìn que ese argumento fue un arma de la reacciòn para desprestigiar a los lìderes de la Unidad Popular y el MIr. NINGUNO de ellos puede ser paragonado con los criminales. Las traiciones Post dictadura es otro cuento y una lacra en la conciencia de aquellos que hoy se acomodaron y se alejan dìa a dìa de los verdaderos ideales de la izquierda. En una dictadura fascista los "perìodos de transiciòn" no tienen sentido. En un dìa pueden asesinar y provocar un drama irreparable. No es el tiempo, es la intensidad del drama. La tortura no es mâs suave, ni mâs lenta, ni màs duradera. Es simplemente TORTURA y sòlo quiênes la sufrieron tienen la capacidad moral para dsitinguir cuando el ser humano se convierte en una bestia. Un homenaje sincero a los caîdos con la esperanza que su martirio no sea en vano. NUNCA MAS al fascismo en nuestra patria!

Oscar: igualmente saludos para ti y familia. Debo decirte que no nos creemos dueños de la verdad pero la historia los recuerda como lo que fueron: iniciadores de la tragedia y ojalá no ocurra nunca más en Chile ni en ningún otro sitio pues fue traumante y doloroso para quienes somos sobrevivientes de torturas, etc.

Es cierto lo que dices de aquéllos que decían echar abajo el capitalismo, se enjugaban la boca con la revolución y aparecen ahora como los nuevos capitalistas neoliberales. Se conocen sus nombres y sus trayectorias llenas de verborreas revolucionarias de antaño.

Es importante la tolerancia con alguien derechista civilizado, lejos de los años setenta.

¿Algunos culatazos? Ojalá hubiese sido así, fueron fusilamientos, persecución, bandos militares, listas interminables de perseguidos que debían presentarse a las "nuevas autoridades", ya que se pusieron fotos en cada rincón chileno, señalados como peligrosos extremistas.

Así, pues, no vengamos a bajarle el grado de criminalidad a los milicos asesinos y caer en la denostación propagandística contra la izquierda, ya que siempre usaron tretas como el Plan Z, el exilio dorado, los jerarcas de la Unidad Popular que habían robado, etc., lo cual nunca comprobaron.

El acusador con más de cien cuentas bancarias en difrentes países y en Chile mismo, con falsos nombres, como vil delincuente ambicioso. Para la risa estos salvadores de la patria.

En Chile sabíamos lo que pasaba en Argentina, Paraguay, Bolivia, Brasil, etc., en cuanto a las torturas pero nunca pensamos que estos esbirros podrían ser tan crueles, aunque ya se preveían los maquiavélicos planes en sus acciones terroristas diarias y cómo actuaban sus regimientos cuando pusieron en práctica la Ley de Control de Armas.

Yo no hice nada, aún ni pensaba en nacer.

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